Carnavales hay muchos, y muy divertidos, pero ninguno tiene la exclusividad, la originalidad y el encanto del Carnevale veneciano. El Carnaval de Venecia, cuyos orígenes se remontan al siglo XI aunque se consolidaría en el XIII, tiene personalidad y magia propia y va más allá de la imagen de la nariguda máscara del doctor de la peste que abarrota los talleres de la ciudad y se desparrama por las calles.
Esta fiesta pagana que viene marcada por el comienzo de la Cuaresma, previa a una de las fiestas cristianas más importantes, permitía hace siglos a las familias aristocráticas mezclarse con el pueblo, un privilegio que proporcionaba el anonimato de las máscaras. En sus comienzos, el carnaval duraba hasta tres meses y era la época en que todo estaba permitido. La iglesia y el poder fueron marcando limitaciones con el transcurso de los años. Primero se prohibieron las fornicaciones en las iglesias. Luego, las armas en manos de enmascarados. Más tarde, se concretó el uso de la máscara al Carnaval, teniendo en cuenta que los venecianos habían extendido su uso a muchas celebraciones profanas del año... Pese a las sucesivas limitaciones, la ciudad entera fue excomulgada en 1606.
El carnaval comienza, como corresponde, con la celebración más antigua: la Fiesta de las Marías, que data de 1039 y convoca al desfile de un cortejo por San Pietro di Castello, que culmina en la Piazza San Marco. Al día siguiente, llega el desfile inaugural y entonces toda Venecia se envuelve en un cantar de gesta donde el teatro al aire libre, los conciertos y los mercados de máscaras y comida conquistan los campi (plazas) de Santa Margherita, Sant' Angelo y San Stefano.
Las máscaras y los disfraces juegan un papel clave en este mundo anónimo, donde las divisiones de clases parecen desaparecer, donde mágicamente todos se vuelven iguales, donde todo parece estar permitido. Los participantes se regocijan desfilando disfrazados por las calles. Porque allí es donde se disfruta el carnaval: en las calles, con desfiles organizados o espontáneos.
Pero el carácter más íntimo del carnaval se aprecia durante las noches, cuando los bailes invaden los salones y los fastuosos palacios resultan perfectos escenarios para las fiestas. Las comparsas, conocidas como las Compagnie Della Calza, que tienen entre las más conocidas a Los Antiguos y a Los Ardientes, realizan desfiles por la ciudad. Los bailes más tradicionales tienen lugar en el Doge, la Serenissima y Barroco, y también en el Palazzo Pisani-Moretti, el Hotel Danieli y el Gran Café Quadni.
Más pronto que nunca
El lema del carnaval de 2008 es "Sensation: 6 sensi per 6 sestieri", (algo así como 6 Sentidos para 6 Barrios) y se propone, además de los cinco sentidos comunes, la puesta a punto de un sexto: la mente, que acoge el alma. Una de las grandes novedades de la edición de 2008, que en esta ocasión llega más temprano que nunca, del 25 de enero al 5 de febrero, (www.carnivalofvenice.com) es la celebración del Gran Baile della Cavalchina en el histórico Teatro de La Fenice, reabierto en 2004 tras el incendio. El 3 de febrero tendrá lugar el inusual acontecimiento, en una noche mágica, con música, baile, actuaciones estelares y sorpresas con la diversión asegurada, en un marco incomparable. Los privilegiados asistentes disfrutarán, desde sus palcos, del desfile y los bailes que se celebrarán en el patio de butacas, convertido en excepcional pista de baile, acompañados por la mismísima Orquesta del Teatro, con un repertorio de música clásica y moderna, que añade un toque aún más original a la ocasión. Naturalmente todos los asistentes irán vestidos con los tradicionales trajes de época del siglo XVII veneciano, como recién salidos de un cuadro del Canaleto o del Guardi. Para que nada falte, en la Sala Apollinee, en la que exhiben los más bellos frescos de La Fenice, habrá un gran buffet durante toda la noche con manjares venecianos, atendido por uno de los mejores "obradores" de la ciudad, para que no falte la excelencia gastronómica.
El programa de este año incluye un excéntrico "pas á deux" del jinete francés Mario Luraschi, montado sobre un caballo blanco, que entra en el Teatro, pisando el suelo del patio de butacas, reconvertido para esa noche en una gran pista para las atracciones y el Baile. Habrá retazos de la "Commedia dell'Arte" y los asistentes, con su disfraz de época, podrán en algunos momentos mezclarse con los artistas, con juegos, canciones, animaciones de época y todo lo necesario para una noche de verdadero Carnaval.
Un viaje con todo resuelto
La agencia especializada en viajes culturales Música Juntos (tels.: 902 198 336 y 91 344 16 41, www.musicajuntos.com), socio colaborador del Teatro, dispone de limitadas invitaciones para este evento que nadie querría perderse, así como para el Baile de Mascaras del Palazzo Pisano-Moretta, y ha organizado un viaje de cinco días a Venecia con alojamiento de cuatro noches en el Grand Hotel Bauer, en el Gran Canal, o el Gritti Palace de 5* Gl o en las acogedoras suites del Nuovo Palace Bonvecchati de 4* Sup. junto a la Plaza de San Marcos y también en el mítico Danieli, frecuentado por Casanova.
El programa es del 30 de enero al 3 de febrero e incluye, además del alojamiento y desayuno y la asistencia al Baile della Cavalchina en La Fenice, vuelos directos desde Madrid o Barcelona a Venecia, traslados a los hoteles, reposada visita de la ciudad, sus monumentos, museos y exposiciones; cena de bienvenida en uno de los mejores restaurantes de Venecia; asistencia en el Teatro La Fenice a la ópera La Rondine, de Giacomo Puccini, obra al más puro estilo romántico del autor de Madama Butterfly y asistencia (opcional) al Baile de Máscaras en el Palazzo Pisani Moretta. Lo más cómodo es alquilar el disfraz en la antigua Bottega artesana del Hotel Bauer, donde también maquillan, encuentran la peluca que mejor sienta y les dejan ya listos para las noches de vino y rosas que esperan en Venecia. Otra opción que puede resultar más económica es alquilar el disfraz en la firma Menkes (www.menkes.es) con tiendas en toda España.
En esos días, Venecia es todo un hervidero de conciertos, desfiles de mascaras en las "calles", que así se llaman también en dialecto veneciano, por lo que es un espectáculo único el poder deslizarse entre puentes, callejuelas, iglesias y paseos en vaporetto y pasearse disfrazados con sus trajes de e_poca y sus máscaras, por la bellísima Plaza de San Marcos y tomar café en los históricos cafés Florian y Quadri; algo para no perdérselo. Opcionalmente se puede participar en la sfilata, o desfile de góndolas engalanadas por la ciudad, o asistir a alguno de los conciertos previstos en iglesias o palacios.
El precio por persona de este exclusivo viaje, que hay que hacer una vez en la vida, pero que se puede ir "construyendo" a la medida de los eventos a los que se quiera asistir, es para la "oferta-base", de 2.350 euros en las suites súper acogedoras del exclusivo Nuovo Palace Bonvecchati. Con alojamiento en los hoteles de cinco estrellas el precio sube a 2.550 euros.
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1 comentario:
weyyyyyyyyyyyyyyyy se pasaron con ese traje esta demasiado dura esa foto como me gustaria que me inviten a su pais para conocer su cultura
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