La autoridades brasileñas están investigando un paquete turístico que comercializaba la agencia francesa Private Tour.
La denuncia partió de un reportaje publicado en el periodico "Folha de Sao Paulo" en el que un periodista contrató el viaje a la agencia francesa.
El recorrido turístico de Private Tour ofrece ir a 'bocas de fumo' (donde operan los narcos) y permite a los visitantes sacarse fotos con los 'soldados del tráfico' siempre y cuando no se identifiquen sus rostros. Uno de ellos confesó a 'Folha de Sao Paulo' que estuvo encarcelado nueve años y que pertenecía a la banda Amigo de los Amigos, encarnizada rival del grupo conocido como Comando Vermelho.
"Una trampa"
Pedro Novak, guía de turismo de Private Tour, consideró que el artículo periodístico era "tendencioso" y que el cronista les había tendido "una trampa". Luego se disculpó de seguir el diálogo. No obstante, manifestó a medios de Brasil que no es su agencia sino el Estado quien debe velar por la seguridad y combatir el delito.
Según afirman diversas organizaciones sociales, la inmensa mayoría de los habitantes de favelas son personas pacíficas. Algunos arriesgan a comentar que apenas el 5% de sus ocupantes están vinculados al narcotráfico. El tráfico de drogas provoca violentos enfrentamientos entre pobladores y policías. De acuerdo a datos oficiales, en 2007 murieron por esta causa 1.260 civiles.
Para conocer 'la otra cara de Río', distintas agencias de turismo comenzaron a ofrecer visitas guiadas a La Rocinha hace quince años. Actualmente es común ver autobuses de los que descienden extranjeros cámara en ristre para captar todo el tipismo de los barrios más desfavorecidos de Río de Janeiro. Pero cuando comienzan su recorrido y los visitantes toman contacto con los vecinos se sorprenden de ver que existen bancos, comercios y hasta locales de Mc Donald's.
Marcelo Armstrong, encargado de la empresa de viajes Favela Tour, contó a este periódico que cada año llevan a La Rocinha 10.000 turistas, en su mayoría europeos. El guía confesó que hace poco él mismo denunció que uno de sus competidores -que no era Private Tour- ofrecía contactos con narcotraficantes. "Es malo hacer del crimen un espectáculo, pero no me sorprende porque hay mucha avidez de ganar y ningún control", dijo.
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